La Creación del Universo
(Del Libro de Matías De Stefano " Vivir en el universo")
(Del Libro de Matías De Stefano " Vivir en el universo")
¿Qué nos hace iguales a Dios?
El Cuerpo del Universo: Gadaþe*
Desde que se genera su sonido, el universo comienza a diferenciarse acorde a sus diversas vibraciones.
Al dividirlas, comienza a comprenderse mejor, observándose parte por parte, se conforman gigantescas supernovas etéricas, incalculables para la ciencia, e inimaginables para un artista, que unifican en sí y a su alrededor las diferentes esencias que vibran en sintonía a las mismas, acorde a la vibración de cada nivel universal. Estas supernovas son los básicos 7 soles que formaron todo. Desde el mismo momento en que su sonido nos envolvió, nos generó y aún hoy nos mantiene existiendo, todo lo que a partir de él se formó, se esquematizó de la misma manera.
Es de esta forma por la cual todos los seres que existirían posteriormente reconocerían la divinidad primaria en cualquier sitio y en cualquier cosa.
Dios, había puesto en cada una de sus partes a toda su totalidad. Es así que tanto una galaxia, como una célula, poseerían el mismo esquema que Él. Su gran Eco conformó todo lo que existe, y su vibración, que son nuestras formas y existencias, sabrías así qué camino seguir.
“Dios nos hizo a su imagen y semejanza”, es por eso que no hace falta buscar a Dios en los cielos, pues tenemos un esquema dentro de nosotros mismos. Nuestro cuerpo es un réplica del suyo: sus supernovas, son nuestros órganos, sus luces irradiando, son nuestros chakras, nuestros nervios son los campos de información, los glóbulos rojos, son las almas, los glóbulos blancos, los seres de luz, la piel, las constelaciones, y así eternamente.
De la misma manera, podemos observar su composición en tres niveles, que para nosotros son: el Primero nuestra cabeza y cuello con su chakra Tercer Ojo y Laríngeo; el Segundo nuestro Pecho y estómago, con su chakra Corazón y el Plexo Solar; y el Tercero, los Riñones, genitales y las piernas, con los chakras Sacro y Raíz.
Al dividirlas, comienza a comprenderse mejor, observándose parte por parte, se conforman gigantescas supernovas etéricas, incalculables para la ciencia, e inimaginables para un artista, que unifican en sí y a su alrededor las diferentes esencias que vibran en sintonía a las mismas, acorde a la vibración de cada nivel universal. Estas supernovas son los básicos 7 soles que formaron todo. Desde el mismo momento en que su sonido nos envolvió, nos generó y aún hoy nos mantiene existiendo, todo lo que a partir de él se formó, se esquematizó de la misma manera.
Es de esta forma por la cual todos los seres que existirían posteriormente reconocerían la divinidad primaria en cualquier sitio y en cualquier cosa.
Dios, había puesto en cada una de sus partes a toda su totalidad. Es así que tanto una galaxia, como una célula, poseerían el mismo esquema que Él. Su gran Eco conformó todo lo que existe, y su vibración, que son nuestras formas y existencias, sabrías así qué camino seguir.
“Dios nos hizo a su imagen y semejanza”, es por eso que no hace falta buscar a Dios en los cielos, pues tenemos un esquema dentro de nosotros mismos. Nuestro cuerpo es un réplica del suyo: sus supernovas, son nuestros órganos, sus luces irradiando, son nuestros chakras, nuestros nervios son los campos de información, los glóbulos rojos, son las almas, los glóbulos blancos, los seres de luz, la piel, las constelaciones, y así eternamente.
De la misma manera, podemos observar su composición en tres niveles, que para nosotros son: el Primero nuestra cabeza y cuello con su chakra Tercer Ojo y Laríngeo; el Segundo nuestro Pecho y estómago, con su chakra Corazón y el Plexo Solar; y el Tercero, los Riñones, genitales y las piernas, con los chakras Sacro y Raíz.
En el cuerpo de Dios, serían los siguientes:
El primer nivel que se genera es el nivel de emanación: en éste se proyectarán todas las esencias y geometrías que pondrán esquema al resto de manifestaciones más densas en el universo. Es un nivel superior de vibración, de pureza, al que sólo seres muy elevados pueden llegar, seres como los Querubines*.
Luego de éste se genera el nivel Angelical : aquí se darán las
manifestaciones ya conformadas a nivel etérico* y álmico*, como
Arcángeles, Ángeles, Potestades, Principados, elementales*, devas*,Sabios, Crísticos, y demás jerarquías.
Una vez que ellos están conformados, el magnetismo propio del Universo genera una barrera densa que divide el siguiente nivel. El nivel de integración, el cual se encuentra tras la barrera del Tiempo.
Por eso mismo, el Nivel de Integración se vale exclusivamente del Tiempo, por más que el mismo se dé en diferentes grados, ya que en este nivel, los seres integrarán a través de la práctica todo lo que existe en el cuerpo de Dios.
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