Los siete planos de conciencia
( Del libro Fuego Reiki de Frank Arjava Petter)
Se dice que a aquí en la Tierra la conciencia ( humana) se manifiesta en siete planos o siete camadas.
Usualmente nos referimos a ellos como los siete cuerpos. Cada uno de estos siete cuerpos tienen ciertas funciones que eventualmente nos ayudan a lograr la unicidad cósmica. Estos siete planos de conciencia pueden mostrarnos miedos y tensiones que deben ser contrabalanceados en el camino hacia la integración.
Generalmente hablando, los miedos y las tensiones son el descontento resultante de lo que es. Están siempre localizados en un futuro inexistente. La sanación ideal implicaría soltarlo todo en los siete planos, excepto este mismísimo momento.
El primer cuerpo, o cuerpo físico, es la manifestación más ordinaria de la conciencia. Su función es enseñarnos a estar totalmente en el momento, estar conscientes de nuestra forma física hagamos lo que hagamos: caminar cuando caminamos, y comer cuando comemos. Todos conocemos los miedos del cuerpo físico : Enfermedad, vejez, muerte.
El segundo cuerpo es el cuerpo etérico. Posee la misma forma que nuestro cuerpo físico pero carece de solidez y tironeo gravitacional. Muchos de nuestros sueños se vinculan con él. El cuerpo etérico puede ser trabajado por medio de mantras, símbolos, incienso y terapia de colores. Su función es enseñarnos el amor incondicional. Amor sin fronteras, sin limitaciones ni condicionamientos. Un amor que no está focalizado en un objeto o un resultado, sino que es absolutamente despojado.
El tercer cuerpo es el llamado cuerpo astral. Posee el mismo contorno de los otros dos cuerpos pero desconoce los límites espaciales. De ahí la expresión "viaje astral". El tercer cuerpo también es capaz de desplazarse hacia el pasado, la cual es una de sus limitaciones. Residuos de deseos pasados impregnan el cuerpo astral, creando inmensa tensión, que sólo puede aliviarse mediante la aceptación total de esos deseos, cualesquiera que sean.
El cuarto cuerpo, cuerpo mental, está formado por pensamientos, tal como lo sugiere su nombre. Se identifica con nuestras mentes y el proceso de pensamiento. La tensión del cuarto cuerpo es la confusión. Estamos siempre pensando mientras vivimos, un pensamiento persigue el otro. En un momento nos identificamos con ser "esto", al momento siguiente nos identificamos con ser "aquello". La manera de que relajes el cuerpo mental es mediante una conciencia no-selectiva, o sea, observando tus pensamientos sin identificarte con ellos.
El quinto cuerpo es el cuerop espiritual. Su función es el autoconocimiento. La agonía del quinto cuerpo es lo que los místicos han denominado descontento divino: Nos indagamos, meditamos y nos buscamos a nosotros mismos, pero nunca hallamos saber quiénes somos. La medicina para el quinto cuerpo es la meditación silenciosa.
El sexto cuerpo, o cuerpo cósmico, es la frontera entre nosotros como persona y la unidad cósmica. Es aquí que el ego choca con la existencia por última vez en su intento de mantenerse apartado del todo. El modo de trascender el sexto plano es soltar nuestra individualidad y fundirnos en el cosmos.
El séptimo cuerpo es llamado cuerpo nirvánico, fuente de todas las cosas. En su dominio todo se gana y todo se pierde, y uno se desplaza más allá de la existencia tal como la conocemos.
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